
La tradición popular dice que hay tres jueves que brillan más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión. Sin embargo, en diócesis como la de Córdoba, esta solemnidad se traslada desde hace años al domingo siguiente al Jueves del Corpus, facilitando así una mayor participación de la comunidad.
Este domingo 22 de junio, Montilla volvió a llenarse de fervor para celebrar la festividad del Corpus Christi, una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico. Desde primera hora de la tarde, las calles se prepararon para recibir al Señor en la Eucaristía, presente en la majestuosa custodia del siglo XIX, una joya de la orfebrería obra del platero cordobés Manuel Aguilar, portada por su cuadrilla de jóvenes costaleros.
Los cultos comenzaron a 18:30 con la solemne Eucaristía, presidida por el vicario parroquial de Santiago, D. Javier González, y concelebrada por los sacerdotes de las distintas parroquias de la localidad. Los cantos litúrgicos, preparados especialmente para la ocasión, corrieron a cargo del Grupo Baita, aportando profundidad espiritual al acto.
En su homilía, y coincidiendo con la celebración del Día de la Caridad, el vicario recordó el verdadero sentido de las Cáritas, no solo como una institución que recoge donativos, sino como «expresión de esos pequeños gestos de amor que se transforman en esperanza para quienes más lo necesitan».
Tras la misa concelebrada se llevó en procesión claustral el Cuerpo de Cristo hasta la Custodia, preparada sobre su paso junto a la puerta de la Parroquia para iniciar la procesion por las calles de Montilla, organizada por las Parroquias de Montilla, la Agrupación de Cofradías y la Adoración Nocturna Española.


El repique de las campanas de Santiago y la música en forma de oración de la Banda de La Unión marcaron la salida del Señor para realizar un recorrido un poco más corto, debido a las altas temperaturas. La custodia recorrió la calle Iglesia, Arcipreste Fdez Casado, San Juan de Ávila, Escuelas, Plazuela, corredera, para volver de nuevo a la Parroquia.
Un cortejo solemne formado por una representación de las hermandades de pasión y gloria, comunidades religiosas, sacerdotes y un gran número de fieles que no quisieron faltar a esta cita con el Santísimo Sacramento para acompañar al Señor por las calles de Montilla.







En su recorrido la custodia se detuvo ante un bello altar instalado en un local de la calle corredera, realizado por Ángel Molina y Rocío Racero y en la Basílica de San Juan de Ávila donde el rector, Ferrnando Suarez realizó una oración.





La presencia del Cuerpo de Cristo en las calles de Montilla volvió a ser un testimonio público de fe, esperanza y comunidad, en una jornada donde tradición y espiritualidad se dieron la mano.

