
La centenaria imagen, que llegó a Montilla en el año 1900 desde los talleres salesianos de Sarriá (Barcelona), presentaba múltiples daños por el paso del tiempo.
La intervención ha corrido a cargo de los especialistas Manuel Espejo Mármol y Miguel Ángel Sánchez Jiménez que han explicado los trabajos realizados, en una conferencia celebrada en el Santuario de María Auxiliadora.
Después de once meses de ausencia, la imagen de María Auxiliadora ha regresado completamente restaurada a su santuario. Profundamente venerada en Montilla y emblema espiritual para generaciones de montillanos, la centenaria talla vuelve justo en el día en que se conmemoran el 125º aniversario de su llegada a la ciudad y el 75º de su coronación canónica.
La restauración ha corrido a cargo de los especialistas Manuel Espejo y Miguel Ángel Sánchez, quienes han llevado a cabo «una intervención integral para devolver la estabilidad estructural, frenar el deterioro de la policromía y preservar su valioso legado artístico».
“La imagen presentaba múltiples daños por el paso del tiempo, los movimientos del ensamblaje y los efectos de la manipulación constante al tratarse de una imagen de culto activo, por ello era urgente intervenir”, explicó Auxiliadora Ordoñez, presidenta de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), quien ha destacado el esfuerzo colectivo que ha hecho posible esta restauración:
“En principio, el coste lo asumía la asociación, pero la realidad es que sin la ayuda de los devotos no hubiera sido posible. Hemos hecho varias iniciativas como la ‘Operación Cartoncito’ con rifas y loterías y, finalmente, la ‘Operación Pergamino’, donde los nombres de los colaboradores han sido introducidos dentro de la imagen como recuerdo de las personas que la han hecho posible”. La presidenta recordó que además de la imagen el pasado año se restauraron las peanas y los ángeles que acompañan a la imagen».

Un pergamino en el corazón de la Virgen: Una de las acciones más simbólicas de esta restauración ha sido la introducción de un pergamino dentro de la talla. En él figuran los nombres de quienes colaboraron económicamente con el proyecto. Los restauradores han integrado este documento de forma segura en el interior de la imagen, convirtiéndolo en un testimonio eterno del cariño y la fe de su pueblo. “Es una manera preciosa de que la Virgen lleve siempre consigo a quienes la aman y la han ayudado a renacer”, señaló Espejo.
La imagen, obra de los talleres Sarria de Barcelona, es una talla de madera de más de 1,90 metros de altura, considerada por los expertos como una de las más bellas representaciones de María Auxiliadora en España. Durante la restauración, se han identificado intervenciones anteriores que alteraron el color original de la policromía, como el cambio del tono del manto celeste y el vestido rosa de la virgen celeste a unos tonos más oscuros que la dotan de una gran elegancia. No obstante, se ha respetado el estado heredado como parte de su evolución histórica.
“Es una imagen de calidad excepcional, de las más elegantes que se conservan en nuestro país. Tenía una gran grieta en la parte trasera, desde la cabeza hasta la peana, provocada por los cambios de temperatura y humedad. La hemos tratado con resinas especiales para consolidar la madera y asegurar que no vuelva a abrirse. La imagen está esculpida en madera y por las grandes dimensiones, está conformada por varios bloques que hace que cuando hay movimientos, lo sufra toda la imagen» detalló Miguel Ángel Sánchez.


Vuelta al culto en un momento histórico
Emocionada por la vuelta de la imagen, la presidenta de la ADMA destacó que “ha sido una alegría muy grande. La echábamos mucho de menos. Se retiró del culto en junio de 2024 y vuelve al culto el 14 de mayo cuando se cumplen 125 años de su llegada a Montilla y 75 años de su coronación canónica.
La imagen se ha situado en el altar bajo un dosel con una gran corona que recuerda la efeméride y desde donde podremos contemplarla desde esta tarde en su santuario.

Miguel Ángel Sánchez y Manuel Espejo han llevado a cabo en los últimos años la restauración de importantes imágenes como la antigua Dolorosa de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Santísimo Cristo Resucitado, el Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura. También han intervenido valiosas obras atribuidas a Pedro Roldán, pertenecientes a los dos monasterios de Montilla, entre ellas la imagen de Santa Ana del retablo de la iglesia del mismo nombre, así como varios relicarios e imágenes del monasterio de Santa Clara.»
