
El impacto económico podría superar los 15,9 millones de euros.
La Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Montilla-Moriles afronta una de las campañas más difíciles de los últimos años debido a la extensión generalizada del mildiu, una enfermedad causada por el hongo Plasmopara vitícola, que ha provocado una drástica reducción en la producción de uva.
Según el Informe sobre la Situación de Afectación del Mildiu, elaborado por el Consejo Regulador con fecha 1 de julio y al que ha tenido acceso NuestraVoz, la infección ha provocado una reducción media del 53,72 % respecto a la producción esperada. Esta pérdida equivale a 21,2 millones de kilos de uva, con un impacto económico estimado en 15,9 millones de euros, tomando como referencia el precio medio de la campaña anterior (0,75 €/kg).
El informe detalla que la afectación varía por municipios, siendo los más perjudicados:
Moriles: Pérdida estimada: 73,88 %; Aguilar de la Frontera: Pérdida estimada: 71,25 %; Monturque: Pérdida estimada: 69,08 %; Montilla: Pérdida estimada: 56,51 %.
“La infección de Plasmopara vitícola en la D.O.P. es generalizada”, señala el documento, elaborado tras una serie de reuniones técnicas y la recopilación de declaraciones de daños por parte de los viticultores.
El Consejo Regulador activó su protocolo habitual de seguimiento a través del sistema de alerta Premios Mildiu, en funcionamiento desde hace casi 40 años. A ello se ha sumado la intensificación de los Boletines del Aula de Viticultura, que este año alcanzan ya 12 ediciones, 9 de ellas publicadas entre abril y junio, lo que ha permitido una respuesta más precisa por parte del sector.
“Los boletines y el sistema de alertas ofrecen información precisa para la toma de decisiones por parte de agricultores y bodegas”, destacan desde el Consejo Regulador.
El proceso de evaluación de daños comenzó el 3 de junio con una reunión técnica, y ha continuado mediante la emisión de circulares y encuentros abiertos con viticultores. El 17 de junio se confirmó la gravedad de la situación y se solicitó la intervención de las administraciones competentes.
La producción esperada, sobre una superficie registrada de 4.133,16 hectáreas, se estima en 39,5 millones de kilos de uva, lo que supone una caída de más de 21 millones de kilos respecto al rendimiento medio.
Además de las pérdidas directas en la producción, el informe advierte de un impacto potencial sobre el producto comercializado, cuyo alcance aún no puede cuantificarse con precisión.
