La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Mª Santísima de los Dolores ha vivido una mañana de Viernes Santo intensa y cargada de devoción y tradición popular.

Una multitud de devotos y visitantes esperan con ilusión este día para revivir las costumbres de sus mayores y disfrutar de momentos muy tradicionales como son las bendiciones del Nazareno y M.ª Santísima de los Dolores y los encuentros familiares en San Agustin, en el Paseo de Cervantes o en la calle Juan Colín que se convierte en la vía dolorosa.

El Viernes Santo ha sido multitudinario. A las 8:00 de la mañana, la Centuria Romana Munda avisaba con sus toques que el Nazareno nos esperaba en San Agustín. Como es tradición, los Romanos recogieron a los costaleros de los cuatro pasos de la Hermandad de Ntro Padre Jesús Nazareno y María Stma de los Dolores, que esperaban en la Plaza de la Rosa para dirigirse a San Agustín. Allí esperaba una multitud de devotos que no han querido perderse la salida de la antigua cofradía con devociones muy arraigadas.

Jesús Rescatao(XVIII), Ntro. Padre Jesús Nazareno(XVI), el Stmo. Cristo de la Yedra(XVI) y María Stma. de los Dolores(XX) salieron al encuentro de sus devotos que les acompañaron hasta el Paseo de Cervantes para recibir las bendiciones del Nazareno y la Virgen de los Dolores. Tras una cita muy tradicional donde se encuentran las familias alrededor de sus devociones, se inició la segunda parte del recorrido que les llevó por calles muy semanasanteras, Pozo Dulce, Enfermería, San Sebastián o Juan Colin, conocida como la calle de la amargura, para volver a San Agustín donde la Centuria Romana realizó el acto de la Lanzada al Cristo de la Yedra y a continuación el Nazareno y María Stma. de los Dolores dieron la bendición al pueblo antes de volver a entrar en San Agustín.

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