
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura volvió a transformar el Llanete de la Cruz en un Calvario durante la madrugada del Viernes Santo, reviviendo con gran intensidad el momento en que Jesús expira en la Cruz.
Este año, la cofradía ha introducido un nuevo mecanismo para izar al Cristo: un sistema de poleas instalado en la fachada de la casa de hermandad, accionado con destreza por seis hermanos mediante resistentes cuerdas. Estas rodean la cruz, elevándola de forma solemne y conmovedora, mientras Jesús expira mirando al Padre y su Madre, desolada, lo contempla con dolor contenido. Un instante profundamente emotivo que conmovió a los presentes.
La Hermandad pudo sacar a la calle su paso de misterio para realizar estación de penitencia Vía Crucis, arropada por un buen número de devotos que quisieron acompañar al Cristo de la Misericordia y a María Stma de la Amargura en su caminar.
Desde la Parroquia de San Sebastián, el Señor fue llevado en brazos de sus costaleros hasta el Llanete de la Cruz, donde un numerosas personas esperaban para vivir este impactante momento.
El rezo del Vía Crucis se llevó a cabo a lo largo del recorrido por las calles de Montilla.






