
·· Los veterinarios clínicos de animales de compañía de la provincia de Córdoba organizan un acto reivindicativo para este martes 11 de febrero con un cierre simbólico de las clínicas, durante 30 minutos, para hacer publicas sus quejas ante “las obligaciones excesivas e innecesarias que atentan contra la dignidad profesional“, por lo que promueven una petición pública de reformas legislativas.
··El Consejo Andaluz Veterinario apoya el cierre simbólico.
Los veterinarios clínicos de ACOVEAC (Asociación Cordobesa de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía), apoyados por el resto de veterinarios clínicos de Córdoba y provincia, se oponen a algunas obligaciones impuestas por el Real Decreto 666/2023, por considerarlas excesivas, innecesarias y atentatorias contra su dignidad profesional.
La Patronal Cordobesa ACOVEAC, ha convocado un acto reivindicativo para este martes 11 de febrero, desde las 11:00 a las 11:30h, en la que los 200 Centros Sanitarios Veterinarios de la provincia de Córdoba son llamados a un cierre simbólico de sus puertas y a hacer lectura del comunicado oficial para hacer pública la situación a la que se aboca a la sociedad y a los animales de compañía a causa de la presión y de las limitaciones a las que se está sometiendo a los veterinarios clínicos de animales de compañía en los últimos años en general, y en estos momentos en particular con la implementación del RD 666/2023.
En cuanto a los puntos de reclamación, se dirigen tanto a la Junta de Andalucía como para el Gobierno de España:
A la Consejería de Agricultura de Junta de Andalucia solicitan la reforma de la normativa andaluza, con el fin de eliminar la actual limitación de suministro de los botiquines veterinarios, de modo que los animales de los andaluces puedan recibir en los Centros Sanitarios Veterinarios los tratamientos que necesiten sin demora
Al Ministerio de Sanidad piden “la reforma de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, de manera que elimine la incompatibilidad entre prescripción y venta del medicamento al facultativo veterinario, en igualdad con el resto de países comunitarios y tal como reconoció el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con el fin de que se eviten demoras en tratamientos, se prevengan las automedicaciones y se luche más eficazmente contra las resistencias a los antibióticos”.
Al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, solicitan “la derogación de la obligación de la comunicación de la prescripción y el uso de antibióticos en los animales de compañía (sistema PRESVET), de modo que se eliminen
cargas administrativas innecesarias que impliquen un obstáculo en la libre prestación de los servicios veterinarios en base a criterios científicos y necesidades particulares de cada situación clínica. Los antibióticos en animales de compañía representan un 0.08% de todos los que usa la industria farmacéutica.
El sistema PRESVET acarrea una excesiva burocracia y una desmesurada fiscalización, con sanciones millonarias a unos profesionales que hacen muy bien su trabajo y que ya han conseguido reducir el consumo de antibióticos velando por el One Health. Además de poner en duda el trabajo diario de dichos profesionales se impone la prescripción de ciertos medicamentos y se atenta contra nuestro código deontológico, impidiendo que podamos ofrecer una garantía de bienestar animal y reales garantías para la preservación de la salud pública.
Por último al Ministerio de Hacienda demandan el retorno inmediato al tipo reducido del IVA que grava a los servicios veterinarios, con el fin de reconocer la esencialidad de la sanidad animal, la eficacia de estas medidas para la protección de la salud pública y de aumentar la accesibilidad de la población a estos servicios y haciéndolo más universal.
Por su parte el Consejo Andaluz Veterinario apoya el cierre simbólico contra PRESVET y anuncia que están llevando a cabo diversas actuaciones para intentar, «en la medida de lo posible, atenuar esta situación».