Entre los participantes el joven Javier Tejada Gómez que se ha convertido en el primer venenciador invidente de la zona Montilla-Moriles.

El Ayuntamiento ha puesto en marcha un taller formativo para ofrecer a niños y jóvenes un primer acercamiento al arte de la venencia, uno de los oficios más bellos y tradicionales relacionados con el vino y la bodega.

En Montilla se lleva tiempo con la ilusión de crear una escuela de venenciadores y este verano se ha dado un primer paso con la puesta en marcha de un taller impulsado por los venenciadores montillanos Aurora Luque Córdoba y José Manuel Ruz.

El Taller de venencia forma parte de la programación formativa y lúdica de la Concejalía de Juventud e infancia y ha sido muy bien acogido. Se celebra en el patio del Centro Cultural Alcalde Antonio Carpio y participan unos 15 niños y niñas de entre 8 y 14 años, y otros tantos lo harán en agosto.

El objetivo es “que la venencia no se pierda porque es tradición y cultura de Montilla y de la zona y hay que inculcarla en los niños y niñas”, ha explicado Aurora Luque que junto a José Manuel Ruz, llevan tiempo luchando para que el Ayuntamiento acogiera esta actividad.

El taller forma al primer venenciador invidente de la zona Montilla-Moriles

Este taller tiene una bonita historia y es que en él se forma Javier Tejada Gómez, un joven montillano invidente, de 18 años, que animado por su profesor de Hostelería, del Aula Específica del IES Inca Garcilaso y ayudado por Aurora Luque, ha conseguido venenciar y ahora en este curso de verano sigue perfeccionando su técnica. “Me siento muy orgulloso ya que soy la primera persona invidente que venencia”, nos decía Javier, un joven inquieto, apasionado por la música que se ha lanzado a esta bonita aventura en la que el oído y el sonido del vino es la clave para venenciar.

Entrevista Javier Tejada Gómez

Junto a Javier forman parte de este taller de verano, unos 15 jóvenes y niños de diferentes edades que han descubierto la venencia y que acuden al taller con gran ilusión por aprender.

La monitora, Aurora Luque Córdoba, profesional de la venencia ha explicado que “además de venenciar están aprendiendo unas nociones muy básicas sobre los vinos generosos de la zona “se trata de que sepan distinguir entre los distintos tipos de vino: Fino, PX, Oloroso , Amontillado, etc”, y para ello “están realizando catas olfativas y visuales maridadas con gominolas y frutos secos”. A esto se suman “unas nociones sobre cómo se hace el vino y cómo se trabaja las bodegas”.

Aurora ha reconocido que “mi objetivo, al principio, era que todos los niños que vinieron el primer día quisieran volver al día siguiente”, y así lo ha conseguido, los jóvenes venenciadores disfrutan de un atractivo taller e incluso algunos de ellos han anunciado que repetirán en un segundo taller, que se hará en agosto. 

Entrevista Aurora Luque Córdoba

Es espectacular como manejan la venencia y el catavinos, delante de un cubo de agua practican una y otra vez, mientras corrigen la postura del brazo, la altura de las manos, la posición de los pies y el equilibrio corporal para que sea un conjunto lleno de belleza. Amanda Carpio y Marina Espejo, nos comentan la experiencia.

Entrevista Amanda y Marina
Video venenciando

Para el concejal de Juventud e Infancia, Manuel Carmona, “se trata de ocio formativo que enseña la cultura de Montilla para evitar que ciertas profesiones se pierdan”. Carmona ha agradecido la labor de los formadores que ayudarán a preservar uno de esos oficios artesanales”.

Declaraciones Manuel Carmona

Tanto Ayuntamiento como formadores pretenden crear un vínculo, entre la venencia y sus jóvenes venenciadores, que arraigue en el tiempo y que sirva, por ejemplo, de cantera para el concurso de arte en el oficio que cada año se convoca en torno a la programación de la Fiesta de la Vendimia.