El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles celebró el último pleno del año, que concluyó con el tradicional brindis de Navidad, en un encuentro al que asistieron representantes de la Diputación de Córdoba, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Montilla. La cita sirvió para hacer balance de un ejercicio especialmente difícil y para avanzar las líneas de trabajo de cara a 2026.

El presidente del Consejo Regulador, Javier Martín, destacó que, pese a ser un año “complicado por la climatología y la presión de plagas como el mildiu”, los agricultores y bodegas han logrado mantener la producción y calidad del vino. Martín resaltó el apoyo de las administraciones: “La Diputación de Córdoba, encabezada por su presidente Salvador Fuentes, ha asumido parte de las cuotas de este año de agricultores y bodegas, y la Junta de Andalucía ha impulsado ayudas que han sido fundamentales para paliar los efectos de un año difícil”.

En este contexto, Martín puso en valor la evolución positiva de las exportaciones y avanzó algunos de los proyectos en los que ya se trabaja, como la futura Indicación Geográfica Protegida (IGP) del Vermut de Montilla-Moriles, que podría materializarse en los próximos años. Asimismo, insistió en la importancia de continuar reforzando el envasado frente al granel y de aumentar la visibilidad mediática de los vinos de la denominación para consolidar su posicionamiento en los mercados nacionales e internacionales.

Declaraciones Javier Martín,. Salvador Fuentes, Rafael Llamas y Francisco Acosta

El presidente de la Diputación , Salvador Fuentes, reiteró el compromiso de la institución provincial con el sector: “El vino de Montilla-Moriles no solo es un producto de excelencia, sino un elemento de identidad cultural y económica para toda la provincia. Por ello insistió en que “es imprescindible seguir unidos, promocionando nuestro producto y asegurando su rentabilidad y proyección internacional”.

Fuentes quiso felicitar a la Denominación de Origen Montilla-Moriles por la forma en la que está compitiendo en los mercados y por cómo está llevando su producto en buenas vitrinas». Destacó que hay que apoyarse en prescriptores e influencers gastronómicos que ayuden a darles visibilidad».

Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, coincidió en señalar la dureza del año debido a las olas de calor y la falta de precipitaciones, y puso en valor el esfuerzo conjunto de agricultores, bodegas y administraciones para amortiguar el impacto de la situación. Llamas subrayó que Montilla-Moriles atraviesa un momento clave, en el que resulta fundamental ajustar la superficie cultivada a la demanda real del mercado y seguir apostando por un modelo que garantice la rentabilidad del cultivo de la vid. En este sentido, recordó que el vino es un elemento esencial de la identidad de la comarca y un sector estratégico para toda la provincia.

El delegado territorial de Agricultura de la Junta de Andalucía, Francisco Acosta, detalló las medidas adoptadas para apoyar al sector tras la importante caída de producción, superior al 50 %, provocada por el mildiu. En este sentido, informó de que más de 500 agricultores de la denominación se beneficiarán de ayudas que alcanzan los 5,2 millones de euros, a las que se suman nuevas líneas de apoyo para la promoción y la exportación, por un importe de hasta 340.000 euros, destinadas tanto a vinos generosos como al vinagre, cuya presencia en los mercados continúa creciendo.

El encuentro concluyó con un mensaje unánime de reconocimiento al esfuerzo realizado por agricultores y bodegueros a lo largo de un año especialmente exigente, así como con una llamada a mantener la unidad y una estrategia común que permita afrontar 2026 con optimismo, reforzando la calidad, la proyección exterior y el papel de Montilla-Moriles como referente vitivinícola.