La visita de la subdelegada del Gobierno, Ana López, ha servido para presentar la intervención realizada y los hallazgos de las excavaciones arqueológicas del Castillo

La subdelegada del Gobierno, Ana López, acompañada por el alcalde, Rafael Llamas, miembros de la Corporación Municipal, el arqueólogo director de la excavación, José Miguel Bascón, el cronista, Jose Rey, y el equipo técnico de la obra, han visitado los hallazgos arqueológicos que han salido a la luz en las excavaciones realizadas en el Castillo de Montilla con las que se ha conseguido abrir una nueva zona visitable que habla del origen de la ciudad.

El Ayuntamiento de Montilla ha dado por finalizada la intervención arqueológica en el yacimiento del Cerro del Castillo con la apertura institucional de la nueva pasarela que permite disfrutar de los hallazgos conseguidos en esta última campaña de excavaciones cofinanciada por el Gobierno de España, a través de los fondos del programa 1,5% Cultural, y el propio consistorio montillano. La inversión en esta intervención que ahora finaliza asciende a 795.247 euros, aportados en un 65% por ciento por el Ministerio, correspondiendo al Ayuntamiento de Montilla la financiación de 278.336 euros.

Para Rafael Llamas, concluye una “intervención fundamental” en el entorno de nuestro alhorí, en el Cerro del Castillo con unos “resultados imponentes que han ido más allá de lo que esperábamos por las catas y estudios iniciales, gracias a unos hallazgos de origen íbero que hacen pensar que en la actual Montilla hubo un asentamiento de especial importancia”. Por esta razón, esta actuación “viene a reforzar el papel del Castillo de Montilla dentro de una estrategia de ciudad que mira con interés a nuestros recursos históricos y culturales y ponerlos al servicio del desarrollo económico”.

El Alcalde anunció que se han vuelto a solicitar una nueva solicitud de financiación para continuar con una segunda fase las excavaciones a este mismo programa del Ministerio de Transportes y Agenda Urbana.

Declaraciones Rafael Llamas

En este sentido, ha indicado que el Ayuntamiento de Montilla continuará invirtiendo en el Castillo de Montilla. Mientras en el interior del alhorí continúa la adaptación de las tres salas del nivel superior como sala museística del Gran Capitán.

Por su parte la subdelegada del Gobierno en Córdoba, Ana López, ha manifestado el claro compromiso del Gobierno de España con la puesta en valor y restauración de monumentos y complejos de alto valor histórico en nuestra provincia, en la que se han subvencionado 5 proyectos con el objetivo de poner en valor el patrimonio histórico y para impulsar el desarrollo económico y turístico de los municipios.

Anunció que las nuevas convocatorias saldrán con el 2% cultural y espera que “pese a ser una convocatoria por concurrencia competitiva, estamos seguros que el Ayuntamiento de Montilla ha preparado de nuevo un proyecto interesante para poder obtener una próxima financiación y seguir así trabajando en poner en valor el patrimonio del municipio”, una acción que incide en “el desarrollo económico y turístico de los territorios con un modelo de turismo sostenible”.

Subdelegada del Gobierno en Córdoba, Ana López.

El arqueólogo director de la excavación, José Miguel Bascón, ha explicado durante la visita guiada al yacimiento que del periodo Ibero se han documentado los restos de un importante oppidum (ciudad amurallada), cuyas estructuras se erigen en el cerro de manera aterrazada sobre construcciones ya existentes que podrían remontarse a la fase del Bronce Final (s. IX-VIII a.n.e). Relacionadas con esta etapa se ha documentado, además, un importante espacio funerario con tumbas asociadas con el ritual de la cremación. Precisamente, una recreación teatralizada ha permitido conocer los ritos funerarios seguidos en este espacio, que fue respetado por edificaciones posteriores de época romana para su abandono hacia el s. I d.C.

Las primeras construcciones vinculadas a la fortaleza medieval datan del siglo XIII, cuando se alza parte de la muralla exterior del castillo (asentada parcialmente sobre una estructura ibérica), perfectamente visible tras estos trabajos arqueólogos. Más tarde, ya en los siglos XIV y XV, en el espacio existente entre el alcázar y su muralla exterior, se consolidan y reforman una serie de espacios de carácter militar y defensivo hasta convertirse en un complejo industrial dedicado a la fabricación del vino, propiedad de los Señores del castillo, los Fernández de Córdoba.

De esta fase industrial han quedado al descubierto una serie de espacios, como son los pisaderos o lagaretas (donde se molturaba la uva), conectadas con pozas donde decantaba el mosto, almacenes o una posible caldera. Salvo un pequeño espacio que se reutiliza y reforma con posterioridad, todas estas estructuras y estancias quedan amortizadas durante el derribo del castillo realizado en 1508 por orden de Fernando “el Católico”, tras las muestras de rebeldía mostradas por quien entonces era Señor del castillo, D. Pedro Fernández de Córdoba y Pacheco, I Marqués de Priego, hijo de un sobrino del Gran Capitán.