
El Colectivo VitiVinum, que agrupa a bodegas, lagares y cooperativas del marco Montilla-Moriles, ha acordado de forma unánime impulsar una auditoría externa e imparcial de las cuentas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP). Esta decisión fue tomada durante una reunión con representantes del Comité Permanente y del Pleno del propio Consejo, en un contexto marcado por la preocupación por la gestión económica y la falta de transparencia.
Según los representantes de VitiVinum “la entidad atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia reciente. “ Estamos convencidos de que solo con transparencia se puede reconstruir la confianza perdida, y por ello abogamos por un profundo proceso de renovación institucional y estructural dentro del propio Consejo Regulador”.
La decisión de solicitar esta auditoría externa no fue el único punto abordado durante la reunión. A lo largo del debate se trasladó un conjunto de propuestas que pretenden sentar las bases de una nueva etapa para la DOP Montilla-Moriles. En ese sentido se reclamó “responsabilidades políticas y técnicas por el agujero económico· que, según la información que tiene VitiVinum, sufre la entidad.
Aseguran que “algunos operadores del marco, integrantes del Colectivo VitiVinum, vienen denunciando impagos por parte del Consejo Regulador, con deudas que, en algunos casos, superan los 10.000 euros y que se corresponden con las ediciones 2022 y 2023 de la Cata del Vino de Córdoba.

Entre las medidas planteadas durante la reciente reunión con miembros del Comité Permanente y del Pleno, destacan también “la necesidad de fortalecer el control y la trazabilidad de los vinos, con sanciones severas para aquellas bodegas que introduzcan uva o vino ajenos al marco y lo comercialicen bajo el marchamo de calidad de Montilla-Moriles. En paralelo, defendemos la creación de un órgano permanente para las Zonas de Calidad Superior, con competencias específicas en materia de rendimientos, calidades o distintivos”.
Otro de los pilares que consideran abandonado por parte del Consejo Regulador es la promoción del vino. En ese sentido, han planteado “la posibilidad de celebrar un Salón de Vinos de Montilla-Moriles en la capital cordobesa, en un entorno profesional y dirigido al canal HORECA, con presencia de distribuidores, periodistas especializados y entidades públicas y privadas del sector”.
Otra de las ideas que generó mayor consenso durante la reunión fue la celebración de una asamblea general anual con todos los operadores inscritos en el Consejo Regulador, con independencia de que formen parte o no del Pleno del máximo órgano de control de los vinos.
Además reclamaron al Consejo Regulador que “denuncie formalmente las prácticas de dumping que algunos operadores vienen aplicando de forma sistemática y que, a nuestro juicio, afectan negativamente a todo el sector”. Además exigen al presidente del Consejo Regulador “que se retracte públicamente de las recientes declaraciones en las que afirmó que determinadas bodegas no participaron en la Cata del Vino de 2025 por no cumplir con ciertos requisitos” y piden que “se debe demostrar públicamente cuáles son esos requisitos y qué pruebas los respaldan”.
Por último, el Colectivo VitiVinum exige una refundación inmediata de la Denominación de Origen, con una estructura modernizada y una representación más equitativa, “se hace precisa una refundación que ponga en el centro a quienes realmente sostienen la identidad y la esencia de Montilla-Moriles: los viticultores, las cooperativas, los lagares, las bodegas familiares y, en especial, los pequeños productores que, durante generaciones, han cuidado la tierra y sus vinos.