
La festividad de San Juan de Ávila ha congregado este jueves en Montilla a unos 150 sacerdotes en la basílica que alberga el sepulcro del santo y Doctor de la Iglesia, en un encuentro de especial significado para la diócesis de Córdoba y para el conjunto del clero español. La jornada, que tradicionalmente se celebra en su fiesta, el 10 de mayo, se ha adelantado este año al jueves por coincidir la fecha con el fin de semana.
La santa misa la ha presidido el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Antonio Prieto junto al administrador apostólico de la diócesis de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández que ha acogido su última fiesta de San Juan de Ávila como Obispo de Córdoba
El obispo de Alcalá de Henares, monseñor Antonio Prieto, natural de La Rambla y antiguo sacerdote de la diócesis cordobesa, en una entrevista ha expresó su emoción por celebrar esta fiesta en el año en que conmemora sus bodas de plata sacerdotales. “Es una alegría compartir este día con mis compañeros de promoción. San Juan de Ávila es para nosotros modelo de santidad sacerdotal y maestro del amor divino”.
El prelado destacó también el carácter providencial de esta jornada, que coincide con el inicio del cónclave en Roma para la elección de un nuevo Papa. “Pedimos al santo que interceda por los cardenales reunidos, para que elijan al sucesor que el Espíritu Santo inspire a la Iglesia”.
Entrevista monseñor Antonio Prieto y monseñor Demetrio Fernández :
Por su parte, monseñor Demetrio Fernández, administrador apostólico de Córdoba tras haber presentado su renuncia por edad, subrayó la especial vinculación de su ministerio con la figura de San Juan de Ávila. “Desde niño le he tenido mucha devoción, y como obispo me he esforzado en difundir su vida y espiritualidad dentro y fuera de España”, declaró. Durante su episcopado, el santo fue proclamado Doctor de la Iglesia por Benedicto XVI en 2012, lo que dio pie a numerosas iniciativas, entre ellas la promoción de traducciones de sus escritos a múltiples idiomas y la difusión de su figura entre el clero internacional.
Fernández recordó que la diócesis celebra cada año esta jornada como un día de fraternidad sacerdotal, con la participación de presbíteros de Córdoba y de otras diócesis cercanas. En el acto se ha reconocido a los sacerdotes que celebran 25 y 50 años de ordenación y se ha recordado a los fallecidos en el último año. “Es un día de familia, de encuentro y de comunión. Lo vivimos con alegría, con una eucaristía, una conferencia formativa y una comida fraterna”.
El ya exobispo cordobés aprovechó también para mencionar el símbolo de la “cruz sacerdotal” que se regala entre los obispos españoles como signo de comunión en torno a San Juan de Ávila, cuya figura –dijo– “sigue siendo una luz para los sacerdotes de todo el mundo”.


La festividad de San Juan de Ávila continúa consolidándose como una referencia espiritual y pastoral para el clero español, y especialmente para la diócesis de Córdoba, que acoge cada año este encuentro en la basílica montillana donde reposan los restos del santo patrón del clero secular español, además de la visita a la casa donde vivió y murió el santo.
Bodas de oro y de plata sacerdotales
En este día, conmemoran sus Bodas de Oro y de Plata un total de doce presbíteros, cinco de ellos Bodas de Oro y siete de Plata. Francisco García Velasco, Antonio Llamas Vela, José Priego León, Rafael Serrano Ortiz y el sacerdote espiritano José Aguilar Toner, son los que han conmemorado sus Bodas de Oro; mientras que Antonio Budia Sabán, Pedro Vicente Cabello Morales, Francisco Jesús Granados Lara, Domingo Luis Moreno Ramírez, Antonio Prieto Lucena, Leopoldo Rivero Moreno y Juan Ropero Pacheco, las de Plata.