El Aula de Viticultura del Consejo Regulador alerta a los agricultores sobre la necesidad de controlar a la Oruga Peluda dentro de los nidos. Los primeros se observaron a finales de noviembre y a partir de ese momento la oruga está realizando su evolución. En estos momentos agrupadas alimentándose de las malas hierbas que se localizan en la zona donde están situadas y se refugian debajo de las telarañas, después las orugas se dispersarán y en marzo llegarán los daños.
Los técnicos del Consejo Regulador recomiendan que se observe la evolución de la oruga en las viñas, en las lindes y en las parcelas colindantes.
Aconsejan que el mejor momento para localizar los nidos-colonias es por las mañanas con rocío.
Se recomiendan dos métodos de control:
A) Método Físico: Labrar la parcela (según la condicionalidad de la PAC de cada viticultor); Cepillo y destruir los nidos, (antes de la dispersión de las orugas) y Quemar mediante lámparas de gas (cumpliendo la normativa de quemas).
B) Método Químico: 1.- En agricultura tradicional: Piretrinas (formulaciones autorizadas-etiqueta)
2. Producción Integrada: CIPERMETRIN 10% [A.P.] LAMBDA CIHALOTRIN 10% [A.P.] (orugas pequeñas)
3. Agricultura Ecológica: Piretrinas naturales; Bacillus Thurigensis; (orugas L1-2).
Datos sobre la Oruga Peluda:
Según la información que ofrece Cooperativa La Aurora en sus redes, la Oruga Peluda o Ocnogyna baetica como se le denomina científicamente, es un insecto que se sitúa generalmente en las superficies destinadas a pastos, lindes y eriales y que debido al no laboreo de olivos y viñas en estas zonas, se está extendiendo y atacando mayormente al cultivo de la vid, ya que este animal es omnívoro.
El ciclo habitual de la oruga peluda se extiende a lo largo de todo el año comenzando en noviembre cuando aparecen los nidos o colonias en las que se encuentran las orugas agrupadas alimentándose de las malas hierbas que se localizan en la zona donde están situadas y refugiándose debajo de las telarañas que ellas mismas tejen y por las que se visualizan fácilmente a primeras horas de la mañana gracias al rocío.
En febrero/marzo, la oruga peluda consigue un tamaño suficiente para dispersarse, siendo este el momento en el que atacan los cultivos que tienen a su alrededor y que coincide con el inicio de brotación de la viña (desborre).
A final de marzo y primeros de abril, la oruga peluda alcanza su máximo desarrollo convirtiéndose en una larva de 2-3 cm de longitud capaz de devorar todo a su paso y con capacidad para recorrer grandes distancias.
Debido a las altas temperaturas predominantes en los meses de marzo/abril, la oruga se entierra en el suelo convirtiéndose en una crisálida alcanzando de 10-20 cm de profundidad hasta el otoño siguiente en el que las primeras lluvias de otoño, posibilitan la salida de los adultos (mariposas) que empiezan a depositar los huevos en todas las inmediaciones. Estos huevos son de color ámbar pálido, esféricos y se agrupan en una bola de color que ronda los 700 a 1000 huevos en cada puesta. La incubación dura de 40 a 70 días, por lo que la eclosión se produce en los meses de noviembre/diciembre dependiendo de las condiciones climatológicas.
La importancia de su control se debe a que debido a la época en la que esta oruga se extiende fuera de su nido, la viña se encuentra en estado inicial de brotación (desborre), por lo que los daños que causa este gusano son devastadores, ya que una sola oruga puede ingerir una gran cantidad de yemas, y no es solo porque afecte al periodo del ciclo vegetativo de la vid sino, porque los brotes posteriores a los iniciales en su gran mayoría, carecen de racimos de uva, por lo que la cantidad de cosecha se ve inmensamente afectada.