
La Fundación Somos Naturaleza y diez bodegas y lagares de Montilla-Moriles han lanzado una iniciativa pionera que une vino, sostenibilidad y conservación del entorno natural.
La Taberna Restaurante Puerta de Sevilla, del grupo Rosales, ha sido el escenario de la presentación de la primera carta de vinos por la Biodiversidad en la provincia de Córdoba. Impulsada por la Fundación Somos Naturaleza, en colaboración con diez lagares de la Campiña Sur cordobesa, esta carta busca visibilizar y valorar los vinos producidos en fincas comprometidas con la conservación ecológica y la sostenibilidad.
Este proyecto nace con un doble objetivo: promover los vinos de calidad ligados al territorio y, al mismo tiempo, proteger la biodiversidad agrícola y natural de la zona. En palabras de la organización, “esta carta es una apuesta por el futuro de nuestra tierra, el equilibrio entre producción agraria y biodiversidad, y el valor añadido de los productos que cuidan su entorno”.
La jornada concluyó con una cata sensorial de vinos elaborados en fincas de alto valor ecológico, donde los asistentes pudieron apreciar cómo la diversidad del paisaje y el cuidado del medioambiente se traducen en matices únicos en cada copa.
Cada vino de esta carta está vinculado a fincas adheridas al proyecto Alzanatura, una iniciativa que promueve la custodia agraria, las prácticas sostenibles y el emprendimiento rural respetuoso con la naturaleza.
Uno de los símbolos más representativos del proyecto es el Alzacola Rojizo, un ave en peligro de extinción que habita estos ecosistemas agrarios. Su presencia refleja el éxito de las medidas de conservación y convierte cada botella en un gesto de compromiso con la fauna y los hábitats autóctonos.
Lagares y bodegas participantes en la carta de vinos por la Biodiversidad: Finca Buytrón; Lagar La Salud; Hacienda Bolonia; Lagar Santa Magdalena; Lagar Cañada Navarro; Lagar Los Raigones; Lagar Los Frailes; Lagar Blanco; Bodegas El Calabozo y Bodegas Doblas.
Con esta iniciativa, Córdoba se convierte en referente en la unión entre tradición vitivinícola y conservación ambiental, abriendo un nuevo camino para valorar los productos locales con conciencia ecológica.

Alzanatura es un proyecto que pone en el centro la defensa de la biodiversidad a través de cuatro pilares fundamentales:
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Potenciar la biodiversidad: Reforestando parcelas con especies arbustivas, frutales y aromáticas, además de instalar cajas nido para aves y refugios para murciélagos.
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Capacitar y sensibilizar: A través de jornadas de formación en agricultura ecológica, biodiversidad y estrategias para mitigar el cambio climático.
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Desarrollar una red de apoyo: Creando canales de comunicación y encuentros entre los agentes de custodia.
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Valorar la agricultura familiar: Diseñando una marca que identifique a los agentes de custodia, poniendo en valor su contribución a la conservación.