Después de 23 años la Romería se ha convertido en un día grande para muchos devotos y grupos de romeros que preparan con ilusión este encuentro con la Virgen en un día de convivencia y fe que definitivamente se ha celebrado en la amplia zona de arboleda del Parque Tierno Galván.

Tras el desayuno molinero, con el que comenzaba la mañana en la Plaza de la Merced, en torno a la 9:00 horas se abrieron las puertas de la Ermita para ver salir a la Virgen de las Viñas que fue subida a su carreta para iniciar el camino.

Arropada por numerosos romeros y devotos, la Virgen salió en peregrinación para hacer, durante unas tres horas, el camino junto a sus devotos y devotas, carrozas y caballistas, por el entorno del camino de la Zarza, camino del Carrerón y el Parador hasta llegar al Parque Tierno Galván donde se celebró la Misa Romera.

Presidida por el consiliario de la Hermandad, Rafael Castro, la misa contó con la presencia del Alcalde y de miembros de la Corporación Municipal, junto a representantes de la Hermandad de la Santa Cena y del Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del caballo. Los cantos los puso el Coro La Luz de la Parroquia de La Asunción.

Un momento de la Salve Rociera final

Tras la misa se trasladó a la Virgen de las Viñas bajo una carpa, junto a las carrozas de los grupos romeros, hasta donde se estuvieron acercando sus devotos para rezarle.

Una romería que se caracteriza por su ambiente familiar y en la que el presidente del Grupo Romero, Juan Rafael Portero, destacó que “la Romería se ha celebrado en un lugar muy cómodo para que personas de todas las edades puedan visitar a la Virgen de las Viñas”, y mantiene la ilusión de “conseguir un pequeño recinto, como una especie de aula de la Naturaleza, que se pueda utilizar durante la Romería como ermita para la Virgen”.

Ya por la tarde, la Virgen de Las Viñas ha hecho una última parada en Cooperativa La Aurora, para volver a su ermita en la Plaza de la Merced sobre las 21:30 horas.