En una emotiva jornada de memoria y homenaje, el Ayuntamiento de Montilla ha instalado once placas Stolpersteine —pequeñas piedras que invitan a «tropezar con la historia»— en recuerdo de los vecinos montillanos deportados a campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Numerosos familiares de los homenajeados, llegados desde distintos puntos de la geografía nacional, participaron el domingo 22 de junio en un acto cargado de emoción y esperado durante décadas, como un justo reconocimiento a sus seres queridos. Una jornada de memoria, emoción y compromiso con la historia, con motivo de este homenaje a los once deportados.
El acto institucional fue organizado por el Ayuntamiento de Montilla, en colaboración con la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine Córdoba y Jaén, en el marco del 80º aniversario de la liberación de los campos de concentración, y bajo el lema: “Nunca más, en ningún lugar, contra nadie”.
La jornada comenzó con la inauguración de la exposición “El exilio y la deportación cordobesa en campos de concentración nazis”, en el Salón San Juan de Dios. A continuación, se procedió a la colocación de las once Stolpersteine —placas de latón grabadas con el nombre y el destino de cada una de las víctimas—, tras una breve presentación de sus historias de vida, para que su memoria no se diluya en el olvido.
Durante el acto, Sole Raya, concejala de Memoria Democrática, destacó que “las Stolpersteine son piedras que nos hacen tropezar con la historia, nos invitan a detenernos, a recordar y a no pasar de largo”. Agradeció especialmente a las familias que, con generosidad, compartieron sus recuerdos con Montilla. “Este es un acto de conciencia. Hoy Montilla se compromete, con paso firme y humilde, a no olvidar. Hoy decimos que estas vidas importan, que no desaparecieron, y que seguimos aquí para hacerles justicia. Un homenaje necesario”
La presidenta de la asociación Triangulo Azul,Cristina García, mostró su satisfacción de que «Montilla haya acogido este homenaje porque es muy importante de que se conozca la verdad para saber quienes somos de donde venimos para que no se repita y tengamos una sociedad sana».
En el acto el historiador e investigador Arcángel Bedmar fue el encargado de ofrecer los datos de cada uno de los 11 montillanos deportados.
A continuación los familiares de Ángel Ramírez Muñoz, Tomás Rodas Castro, y Juan González León y Manuel González León, tomaron la palabra para reiterar el lema de la campaña “nunca Más en ningún lugar.
Jósé Ramírez, familiar de Angel Ramirez ha agradecido a la asociación Triangulo Azul que esté impulsando esta iniciativa en Montilla y se pueda recordar a estos 11 vecinos de Montilla que estuvieron en campos de concentración y que casi es desconocido por muchas personas.
En esta línea, Antonio Agustín Ligero, bisnieto de Tomás Rodas, destacó que «este acto repara a las familias y es de justicia que las instituciones realicen estos reconocimientos».
Durante el acto se leyeron poemas, textos y biografías de los homenajeados, en una ceremonia acompañada por música en directo y una emotiva entrega floral. El alumnado de los IES Inca Garcilaso y Emilio Canalejo participó activamente, dotando de sensibilidad y significado este ejercicio de memoria colectiva
Los once montillanos recordados fueron: José Carrasco Navarro, Manuel Cerezo Rute, Antonio Duque Alcaide, Antonio Jordano Jordano, Luis Luque Espejo, Antonio Polonio Morales, Ángel Ramírez Muñoz, Tomás Rodas Castro, Miguel Torres Alcaide, Juan González León y Manuel González León. De todos ellos, solo dos sobrevivieron. El resto fueron asesinados en los campos de Mauthausen y Gusen.
El alcalde quiso trasladar el mensaje de la necesidad de «reforzar nuestra democracia para que no vuelvan a ocurrir estas cosas. Hay que luchar por una democracia que transmita valores de igualdad». Rafael Llamas dio la bienvenida a las numersas personas que se han trasladado para celebrar este acto.
Ya por la tarde, se proyectó el documental “La luz de nuestra memoria”, que puso el foco en las mujeres silenciadas por el exilio. La jornada culminó con una mesa redonda moderada por Cristina García, presidenta de la Asociación Triángulo Azul, con la participación de familiares, expertos en historia y representantes institucionales.
