Totalmente emocionada, la montillana María Portero Espejo, afincada en París, portó el miércoles la Llama Olímpica de París durante 200 metros, en la etapa de Mulhouse (Estrasburgo), un momento histórico que ha dedicado a Montilla, a su familia y a todos los que le han acompañado en la alegría de este acto tan especial.

En sus redes ha dicho «En este magnífico momento me acompañaron mi marido, mis hijos y mi hermana, pero también a distancia muchas otras personas que me enviaron mensajes de aliento y felicitaciones. Esta Llama fue llevada por todos los que me acompañaron en la alegría de este momento histórico».

Mis padres, mis suegros, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, @chaumetofficial y el grupo @lvmh, y mi ciudad: #Montilla 

Particularmente conmovedor fue el entusiasmo de mi ciudad en Andalucía por mi participación en el relevo de la antorcha. No fui solo yo, María, quien llevó la llama, sino también muchas personas que conocía de cerca o de lejos que unieron mi mano para llevar esta llama.

Este sentimiento de fuerza del colectivo se confirmó en #Mulhouse: cuando bajé del autobús que transportaba a los portadores de la antorcha para llegar a mi punto de relevo, una avalancha de personas vino hacia mí para estar a mi lado, para ver la antorcha donde se encontraba la llama olímpica. ardería. Fue un momento mágico porque vi estrellas en los ojos de los niños. Participé activamente en un momento de alegría y fraternidad común. 

Nuestra montillana, titulada en Publicidad y Relaciones Públicas, trabaja desde 2008 en Paris para la marca de joyería Chaumet, dentro del grupo LVMH que ha diseñado las medallas olímpicas y es sponsor de los Juegos de París 2024, por ello sus trabajadores han podido presentar candidatura para llevar la llama olímpica. María ha sido una de las tres seleccionadas de su empresa a la que se le ha reconocido sus valores solidarios.

Antigua alumna del Colegio La Asunción y del IES Emilio Canalejo, María Portero Espejo tiene 39 años, casada y con dos hijos, vive en París pero tiene unas fuertes raíces montillanas.