
Las tres hermandades del Martes Santo desafiaron a la lluvia y nos regalaron una noche de emoción y solemnidad.
La Hermandad del Señor en la Santa Cena y María Santísima de La Estrella realizó su salida procesional desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Montilla a la hora prevista, las 20:30, arropada por cientos de hermanos y devotos que acompañaron con fervor a sus titulares.
Durante su recorrido, la hermandad se dirigió al centro de Montilla para vivir uno de los momentos más emotivos del trayecto: el encuentro con las religiosas de Santa Ana, quienes, como cada año, ofrecieron sus cantos y oraciones al Señor de la Santa Cena y a su Madre, María Santísima de la Estrella.
Al pasar por su barrio, se escucharon nuevamente las aclamaciones de los costaleros: “¡Estrella, guapa!”, un grito de cariño que ya forma parte del alma de esta procesión. Este año, además, la hermandad cumplió un anhelo largamente esperado: atravesar el interior de Bodegas Alvear, rememorando su primera salida y aquella extraordinaria procesión de hace once años, cuando el tejado de la parroquia se vino abajo.
El cortejo también pasó por la Ermita de la Plaza de la Merced, lugar donde nació esta hermandad. Los titulares lucieron varios estrenos que no pudieron procesionar el año anterior debido a la lluvia: el nuevo bordado del palio de María Stma. de la Estrella y el cáliz del Señor, recientemente incorporado.
Como es tradición, numerosos fieles aguardaban el paso de la hermandad por la Plazuela y la Iglesia de Santa Ana. La Santa Cena es una hermandad singular, profundamente vinculada desde sus orígenes al mundo del vino, y que cada año nos invita a revivir con solemnidad y devoción la Última Cena del Señor.







