Su autora, la sevillana Victoria Barros, ha investigado, durante más de cinco años, en los distintos archivos de Montilla sus raíces familiares, encontrándose con una historia apasionante, un tatarabuelo alcalde de la ciudad, Juan Bautista Pérez Mataix, y una tatarabuela Julia Vázquez, con una infancia marcada al ser abandonada en la casa cuna tras la muerte de su madre.

La autora destacó la riqueza documental que conserva Montilla en los distintos archivos que ha consultado: el Archivo Municipal, el de Protocolos, el de la Parroquia de Santiago y el de la Fundación Ruiz Luque, entre otros.

La presentación de Senderos del Pasado, levanto expectación entre numerosas personas que se dieron cita en la Casa de las Aguas para conocer esta parte de la historia de Montilla en unos años difíciles con muchas diferencias sociales. El libro lo presentó el escritor e historiador Fernando Iwasaki, que tras presentar a Victoria Barros fue desgranando, con ella y a modo de entrevista, algunos capítulos del libro. En el acto participó también, la directora de la Fundación Ruiz Luque, Elena Bellido y la concejal de Cultura Soledad Raya. 

Según explicó su autora, se trata de una novela histórica ambientada en la Montilla de 1842 a 1920, que tiene un 95% de datos reales. Senderos del Pasado, nos introduce en la dureza de la vida de los niños expósitos y como sobrevivían en la época de hambruna para seguidamente conocer la historia y la evolución de Montilla, a través de Juan Bautista Pérez que fue alcalde de Montilla en 4 mandatos, un personaje de peso para la ciudad, no solo por los cuantiosos negocios que regentó, sino por la eficiente gestión que hizo del presupuesto público. Fue banquero, tuvo negocios de tejidos, e incluso se dedicó a la redención de quintas.

En medio de eso su historia familiar, Pérez Mataix estuvo casado durante más de 20 años con una viuda montillana que, quizás por ser mayor que él, no le dio descendencia alguna, dejándolo solo al quedar viudo. Cuando rondaba los 60 años, su vida se cruzó con la de una mujer casada y mucho más joven que él, llamada Julia Vázquez. La personalidad de esta montillana estuvo marcada por la temprana muerte de su madre, la cual fue abandonada en la Casa Cuna de Montilla al nacer.

Explicación de Victoria Barros sobre la novela familiar

Victoria Barros ha explicado que “buscar sus raíces la ha acercado a Montilla, ciudad de la que había oído hablar, en muchas ocasiones, a su abuela que nació y vivió aquí hasta los 15 años”. En este sentido ha indicado que “Gracias a esta investigación, he descubierto una ciudad con mucho encanto y que ahora siento como propia”.