
La Universidad de Córdoba refuerza su vínculo con la Cofradía del Vino a través de una nueva investidura
El catedrático José Emilio Guerrero, investido como Preceptor Terra Vinarum por su compromiso con el medio rural.
La Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla celebró su Gran Capítulo en Córdoba coincidiendo con la inauguración de la Cata del Vino Montilla-Moriles 2025, el evento más destacado para la promoción de la cultura y tradición vitivinícola de esta Denominación de Origen. La cita se convirtió en un punto de encuentro entre tradición, conocimiento y compromiso con el futuro del sector.
El acto estuvo presidido por el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, y la alcaldesa de Moriles, Francisca Carmona, y contó con la bienvenida del presidente del Consejo Regulador de la D.O. Montilla-Moriles, Javier Martín. Uno de los momentos centrales fue el fortalecimiento de los vínculos entre la Cofradía y la Universidad de Córdoba, que se materializó con la incorporación de un nuevo miembro a la Orden de Preceptores: el catedrático José Emilio Guerrero Ginel.
El Maestro de Ceremonias destacó el papel de la Universidad como garante del saber riguroso y la transferencia del conocimiento al sector agrario, valores que coinciden con los fines de la Cofradía. Esta incorporación continúa la tradición iniciada en 2018 por Francisco Montes Tubío, seguido por reconocidas figuras como los profesores Cubero y Ferreres, la fiscal Lucía Chacón, la profesora Rosa Gallardo y el catedrático Alfonso García Ferrer.
José Emilio Guerrero, nuevo preceptor Terra Vinarum, fue presentado como una figura destacada en la docencia, la investigación y la transferencia del conocimiento agrario. Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Córdoba, ha estado implicado en la formulación de políticas agrícolas tanto a nivel andaluz como nacional. Su perfil humano, comprometido con el medio rural y con la integración de ciencia, política y sociedad, fue especialmente valorado.

La ceremonia la abrió el Gran Maestre, el cofrade Sarmiento, quien subrayó los retos actuales del sector, como las enfermedades de la madera o la falta de relevo generacional. Posteriormente, Alfonso García Ferrer, preceptor Pago, pronunció la laudatio, ensalzando el perfil técnico y ético del nuevo preceptor: “José Emilio conduce su mente con las largas; su constante estudio e investigación le hacen ver más allá de lo que vemos normalmente los demás”.
Tras la aprobación unánime del Gran Capítulo, el nuevo preceptor fue investido con la toga y la medalla, y recibió el espaldarazo solemne. En sus palabras de aceptación, José Emilio —ya cofrade Terra Vinarum— aludió a Carlos Castaneda para reflexionar sobre la importancia de saber elegir el sitio adecuado, un camino certero, con corazón. Y, preguntándose “¿si era bueno el camino de la Cofradía?”, afirmó: “Sin duda: la Cofradía es un comandado cohesionado, un grupo reducido que tiene el mandato de la honestidad, especialmente generoso, que induce a pensar que tiene corazón”.
Habló también sobre “la importancia de conservar los conocimientos tradicionales, defender las raíces y buscar estrategias para proteger el patrimonio vitivinícola de Montilla-Moriles”.
El acto concluyó con la intervención del alcalde de Montilla y la entonación del himno cofrade «In taberna quando sumus», símbolo del espíritu fraterno y festivo que caracteriza a esta comunidad.