La Tuna de Montilla volvió a anunciar la Navidad con el sonido de las panderetas y la alegría de los villancicos populares y tradicionales que fueron cantando en un pasacalles, de unas dos horas, que les llevó desde la Plaza de la Rosa hasta la Plaza del Ayuntamiento.
La actividad ha sido este año solidaria ya que en el punto de recogida de las panderetas se realizó una operación kilo destinada a las Cáritas de San Sebastián.
Cientos de niños y niñas junto a sus familias, fueron a recoger sus panderetas para disfrutar de una tarde diferente junto la Tuna de Montilla. Villancicos, alegría y el sonido de las panderetas sonaron en un recorrido en el que los niños fueron recibiendo regalos de los establecimientos colaboradores.
El broche final lo puso el Panderetuno, un personaje entre tuno, papa noel y Rey Mago que entregó a los niños su distintivo más preciado la beca amarilla y verde de la Tuna de Montilla