
El pasado viernes, la Parroquia de Santiago de Montilla fue escenario de una profunda y emotiva exaltación de las Siete Palabras, un acto tradicional de la Cofradía de la Santa Veracruz, Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, que se celebra cada cuaresma. En esta ocasión, el encargado de pronunciar la reflexión fue Gonzalo de Alvear y Álvarez de Toledo, quien ofreció una magnífica meditación sobre la dureza y brutalidad del sufrimiento que experimentó Jesús durante su crucifixión. En su intervención, destacó que “somos hijos de Dios y herederos del cielo”, subrayando el profundo significado espiritual de este acto de fe.
En las palabras de presentación Miguel Navarro Márquez, destacó “la vida de fe y el profundo compromiso cristiano del exaltador”, refiriéndose a “su entrega incansable al servicio de Dios y a la comunidad”. Además, hizo hincapié en la importancia fundamental de la Eucaristía en la vida cristiana, señalando cómo “este sacramento es el centro de nuestra relación con Dios”.
Tras esta breve pero significativa introducción, el exaltador tomó la palabra para comenzar con una profunda referencia a las visiones de la beata Ana Catalina Emmerich, cuyas revelaciones sobre la pasión de Cristo sirvieron como inspiración para la icónica película La Pasión de Cristo de Mel Gibson. Gonzalo nos recordó con gran intensidad la brutalidad del sufrimiento de Jesús durante su crucifixión, resaltando cómo todo ese tormento fue impulsado por el odio del demonio, quien no soportaba ver a Jesús cumplir con la voluntad de su Padre.
A lo largo de su intervención desglosó con gran fuerza y sensibilidad las siete palabras que Jesús pronunció desde la cruz, antes de morir, interpretando cada una de ellas como una llamada a la vida cristiana. Hizo énfasis en la importancia del perdón, el amor incondicional, y la sed espiritual que Dios tiene por cada uno de nosotros. Subrayó, además, que Jesús fue quien nos regaló la promesa del cielo y “nos otorgó el incomparable don de ser hijos de Dios y herederos de su reino”.
La reflexión culminó con una profunda mirada a la última palabra de Jesús: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Esta entrega final de su vida, su último suspiro, se convirtió en un acto de rendición total a Dios. Gonzalo de Alvear, con sus palabras inspiradoras y su interpretación de las Siete Palabras, logró conmover y elevar el espíritu de todos los presentes. A lo largo de su exaltación, nos hizo recordar constantemente que “esta noche, Dios es el protagonista”.
El acto terminó con una breve adoración al Santísimo, dejándonos con una certeza profunda: “somos hijos de Dios y herederos del cielo”. Sin duda, fue un momento de oración y reflexión que marcó el corazón de todos, invitándonos a vivir más plenamente nuestra fe, y ayudándonos a profundizar en el gran Amor que Dios nos tiene.

Gonzalo de Alvear y Álvarez de Toledo nació en Madrid pero tiene profundas raíces montillanas por lazos familiares. Escritor y fotógrafo es director de marketing de la plataforma digital ‘Religión en Libertad’, la web de evangelización más seguida en España.

Fotos: Chema G. Mármol.
Crónica: Blanca L. y NuestraVoz