Numeroso público y un nutrido cortejo acompañó a Jesús Sacramentado presente en la antigua y bella custodia del siglo XIX, obra del platero cordobés Manuel Aguilar, que fue portada por sus jóvenes costaleros.
Organizada por las Parroquias de Montilla, la Agrupación de Cofradías y la Adoración Nocturna, la procesión del Señor estuvo arropada por numerosos representantes de hermandades y asociaciones religiosas de pasión y gloria, comunidades religiosas, sacerdotes de las parroquias de Montilla, a los que se sumaron los niños y niñas de primera comunión y numerosas personas que quisieron acompañar al Señor.
La solemnidad del Corpus comenzó con la solemne celebración la Santa Misa, presidida por Rvdo. David Reyes, párroco de San Francisco Solano y concelebrada por los sacerdotes de Montilla. Los cantos, especialmente preparados para esta celebración, estuvieron a cargo del Grupo Baita.
Seguidamente el párroco Guillermo Padilla fue el encargado de poner en la custodia a Jesús Sacramentado, para comenzar la procesión.
El repique de las campanas de Santiago, la música en forma de oración de la Banda de La Unión y los aplausos marcaron la salida del Señor a las calles de Montilla en un recorrido que le llevo por tradicionales calles del casco histórico: San Juan de Ávila, Alta y Baja, Aleluya y Enfermería para entrar al barrio de la Cruz por San Sebastían y Virgen del Carmen, hasta salir por calle la Gavia para volver por San Francisco Solano, Santa Ana, Corredera.
Durante el recorrido las campanas de mano que tocaban varios monaguillos iban marcando el paso del corpus.
En las calles esperaban varios altares instalados por hermandades, parroquias o particulares en la Casa Parroquial de Santiago, Plaza de la Rosa, calle Alta y Baja, calle San Sebastián, Parroquia de San Francisco Solano y Basílica de San Juan de Ávila.
