La tradicional procesión del Corpus Christi, celebrada ayer domingo en Montilla, llenó las calles del casco histórico de tradición y fe. Se trata de la procesión más solemne de las que se celebran y en la que participó todo el clero de la ciudad, religiosas de diferentes congragaciones, el Alcalde y miembros de la Corporación Municipal, junto a la representación de todas las hermandades de gloria y pasión, la Adoración Nocturna y la Agrupación de Cofradías.
El Santísimo Sacramento sacó a la calle a cientos de montillanos. A las 18:30 se celebró en la Parroquia de Santiago la solemne misa, concelebrada por todos los sacerdotes de Montilla y presidida por Antonio Palma, capellán del Monasterio de Santa Clara, del Hospital de Montilla y párroco del Llano del Espinar, y cantada por el coro Baita.
Tras la misa, el párroco de Santiago, Fernando Suárez, puso el Cuerpo de Cristo en la antigua Custodia procesional, realizada en 1809 por el platero cordobés Manuel Aguilar y Guerrero considerada uno de los mejores ejemplos de platería neoclásica cordobesa. La custodia fue portada a costal por una cuadrilla de jóvenes costaleros acompañada por la Banda de la Unión.
La procesión salió a las 20:00 horas desde la Parroquia de Santiago deteniéndose en los bellos altares instalados en la Casa Parroquial de Santiago, sede de la Hermandad de la Vera Cruz, en la casa de la Humildad en la Parroquia de San Francisco Solano y en la Basílica de San Juan de Ávila.
El sonido de las campanillas delante de la custodia, el olor a incienso y los pétalos de rosa llenaron las calles de Montilla.
Pasadas las 22:30 horas entró el Corpus a la Parroquia con los sones del Himno de España.
