
La bella imagen de la Inmaculada Concepción (S.XVII) volvió a recorrer, un año más, las calles del centro de Montilla, envueltas ya en el ambiente propio del tiempo de Navidad. Desde su salida de la Parroquia de Santiago, la Virgen estuvo acompañada por representantes de hermandades de pasión y gloria, así como por numerosos montillanos y devotos que quisieron participar en la celebración.
A lo largo del recorrido, la Inmaculada fue recibida con altares, rezos y música preparados por distintos centros educativos. En el Colegio Salesiano, la comunidad educativa puso a las puertas de la casa salesiana una imagen de la Inmaculada y se recordó la profunda devoción de San Juan Bosco al Corazón Inmaculado de María finalizando con una oración.

El cortejo continuó hacia el Colegio San Luis, donde el coro de alumnos y alumnas, acompañado por docentes y miembros de la comunidad educativa, dedicó un canto a la Virgen y una salve a su paso por el centro.

Uno de los actos más significativos del recorrido tuvo lugar en la Plazuela, ante el histórico cuadro de la Inmaculada, alli se celebró la consagración a la Virgen, un gesto cargado de simbolismo y muy esperado por los asistentes.

La última parada del itinerario fue en el Colegio La Asunción, donde se había preparado un altar con la imagen de la Inmaculada y los fundadores de la congregación. Allí, religiosas y jóvenes ofrecieron cantos y unas palabras sobre el sentido espiritual de la festividad.

Acompañada por los magníficos sones de la Banda de La Unión, la procesión regresó finalmente a la Parroquia de Santiago alrededor de las 21:30 horas, poniendo fin a una jornada marcada por la tradición, la unión de la comunidad educativa y la profunda devoción montillana a la Inmaculada.



