
Montilla acogió la XVIII Asamblea Inspectorial de ADMA en el 125 aniversario de la llegada de los Salesianos a esta ciudad.
Fernando Miranda, inspector salesiano: «Estos encuentros hacen familia en torno a María Auxiliadora”.
Montilla fue el escenario de una jornada cargada de emoción y espiritualidad al acoger el pasado domingo la XVIII Asamblea Inspectorial de las Asociaciones de María Auxiliadora (ADMA), un encuentro que reunió a cerca de 400 participantes de la Inspectoría Salesiana «María Auxiliadora», con sede en Sevilla. Bajo el lema «Auxiliadora de Esperanza. Peregrina con los Jóvenes», la jornada estuvo presidida por el inspector salesiano Fernando Miranda.
La elección de Montilla como sede se ha debido a la conmemoración, este año, del 125 aniversario de la presencia salesiana y del 75º aniversario de la Coronación Canónica de María Auxiliadora, dos efemérides de gran relevancia para Montilla y para la familia salesiana. .
El acto comenzó con una procesión de banderas desde el Santuario de María Auxiliadora hasta la Parroquia de Santiago, donde se celebró la eucaristía. Durante la misa, se bendijo un lienzo de Nuestra Madre, Auxiliadora de la Esperanza, obra de la artista montillana María del Mar Garrido. Esta imagen ha servido como emblema de la asamblea y ha sido donada a la parroquia para su veneración permanente.







Tras la ceremonia religiosa, los asistentes visitaron lugares emblemáticos de la ciudad como el Convento de Santa Clara o la Casa del Inca Garcilaso, que acogió una muestra conmemorativa del 75 aniversario de la coronación de María Auxiliadora, para finalizar con una comida de confraternidad.

ENTREVISTA/ FERNANDO MIRANDA, INSPECTOR SALESIANO
El inspector Fernando Miranda subrayó el valor de estos encuentros que “hacen familia en torno a María Auxiliadora”. En relación con el 125 aniversario de la presencia salesiana en Montilla, destacó que esta celebración nos invita a tener una casa abierta para todos, a mantenernos comprometidos y unidos en la educación de los jóvenes, en la acogida de los más necesitados, y en vivir todo ello juntos como familia salesiana.
El Inspector hizo alusión a los retos actuales que enfrenta la congregación, subrayando la importancia de unir fuerzas dentro de la gran familia salesiana para seguir siendo fieles al carisma de Don Bosco, con una mirada esperanzadora y abierta al futuro.