Entrevista de NuestraVoz con Rafa Raigón, Carla Alguacil y Mateo Polo.
Tras meses de formación, una expedición de 20 jóvenes, 13 de ellos de Montilla, vivirán, del 25 de julio al 24 de agosto, una experiencia misionera en Picota (Perú) con la Diócesis de Córdoba.
Rafa Raigón, Carla Alguacil y Mateo Polo, son tres de los jóvenes que en unas horas viajarán a Picota (Perú), están muy Ilusionados, con algo de incertidumbre, pero se muestran dispuestos a ayudar y a compartir su fe con alegría, en una misión que les llevará durante un mes a atender, en plena selva amazónica a los hermanos cristianos dispersos en 125 comunidades.
Todos los años esta misión diocesana recibe a laicos cordobeses y a seminaristas, pero este verano es diferente, ya que son jóvenes los que han dado el paso adelante acompañados por rector de la Basílica de San Juan de Ávila, Fernando Suárez.
En Montilla hay un buen grupo de jóvenes dispuestos a ayudar y a cambiar el mundo, en su mayoría son jóvenes universitarios que han dicho sí a vivir un verano diferente, ese que seguro cambiará sus vidas. Tienen entre 18 a 20 años y nos explican que «son el fruto del movimiento joven que se ha creado, en los últimos años en Montilla, de la mano de los sacerdotes Fernando Suárez, Guillermo Padilla y David Reyes».
Con el mejor ejemplo de misionero en San Francisco Solano, quien hace más de 400 años escuchó el mandato misionero y puso su vida al servicio de los demás, nuestros jóvenes nos dicen que «si tenemos el mejor regalo que es Dios, se trata de llevarlo para que conozcan nuestra vida y nuestra relación con Dios”.
ENTREVISTA:
La Misión diocesana de Picota, en la Prelatura territorial de Moyobamba-Perú, es como una prolongación de la diócesis de Córdoba en tierras peruanas.
Por acuerdo del obispo prelado de Moyobamba y del obispo de Córdoba, desde octubre de 2010, la diócesis de Córdoba atiende la parroquia de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro en Picota, que cuenta con más de cien comunidades diseminadas por la selva peruana.
