
Ha formado parte de la exposición “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro” del Museo Nacional del Prado visitada por 120.768 personas.
Durante unos días podrá contemplarse de cerca en la Parroquia de Santiago, tal y como se ha expuesto en el Museo del Prado, para todas las personas que se quieran acercar a contemplarlo.
El Cristo de la Tabla, una singular obra que se conserva en la parroquia de Santiago Apóstol, ha vuelto a Montilla después de formar parte durante cuatro meses de la exposición “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro”, que se ha celebrado en el Museo Nacional del Prado; una exposición que ha sido visitada por 120.768 personas.
El párroco de Santiago, Fernando Suárez, destacó que, al igual que sucedió en su momento con el Señor de Zacatecas, «el Cristo de la Tabla es ahora parte de los catálogos internacionales más relevantes del arte». En este sentido, comentó que, tras el descubrimiento de esta obra, ha surgido otra de características similares, aunque se trata de ejemplares muy escasos. Esta exposición ha sido crucial para otorgar al Cristo de la Tabla el reconocimiento histórico-artístico que merece, ya que se trata de una representación única de este tipo de cristos pintados sobre tabla y recortados».

Ha recordado que «la imagen fue restaurada en 2022 gracias a una ayuda de la Junta de Andalucía por valor de 13.900 euros, y a la aportación de la parroquia ya que es lo única forma de conservar el patrimonio».
La exposición “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro”, que se ha celebrado en el Museo Nacional del Prado; ha estado abierta entre el 19 de noviembre y el 2 de marzo de 2025, comisariada por Manuel Arias, jefe del Departamento de Escultura del Museo Nacional del Prado, y ha tenido como fin ilustrar la incansable búsqueda de realismo en el arte español del Renacimiento y del Barroco en todo aquello que afectaba a la envoltura de la figura.
Un centenar de obras, pinturas, estampas y esculturas –entre las que ha estado el Cristo de la Tabla de Montilla– han protagonizado esta exposición, mostrando el gran valor de esta obra, muy singular, formada por dos piezas: por un lado, un crucificado pintado sobre tabla datado de mediados del siglo XVI y, por otro, la cruz dorada de finales del siglo XVII con una cartela de plata con el INRI, “una pieza de gran interés artístico e histórico» tal y como reconocieron desde la principal pinacoteca de España.
El Cristo de la Tabla se muestra en la parroquia de Santiago como parte de un cuadro que escenifica el pasaje evangélico de la crucifixión en el monte Calvario, en el que aparecen pintados sobre lienzo san Juan Evangelista y la Virgen María.
Las referencias más antiguas que existen sobre la obra datan de 1610, cuando se realizó un inventario de la decoración de la capilla de las Ánimas de la parroquia de Santiago Apóstol con motivo de una visita pastoral, en el que se aludía a un “crucifijo pintado en una tabla, cortada la tabla y clavado en una cruz que está en la capilla de las Ánimas”, tal y como desveló el historiador montillano Antonio Luis Jiménez Barranco.

El Cristo de la tabla, tal y como se ha expuesto en el Museo del Prado, se muestra en la Parroquia de Santiago para todas las personas que se quieran acercar a contemplarlo.