Sobre las voces críticas que han surgido de un grupo de bodegas y lagares que han alzado la voz en contra de la forma de operar del Consejo y que cuestionan la unida del sector, el Delegado de Agricultura de la Junta ha indicado que “de manera conjunta y con ánimo de consenso se podrá dar la vuelta a los problemas que existen actualmente en el sector” y el recién reelegido Presidente ha tendido la mano al dialogo.
El salón de actos de Envidarte, sede del Consejo Regulador de la D.O Montilla-Moriles, ha acogido la sesión de constitución del nuevo Pleno, presidido por Francisco Acosta, delegado de Agricultura de la Junta y por el reelegido presidente de la institución, Javier Martín.
En el Pleno no ha habido votaciones, porque los distintos sectores representados han alcanzado un acuerdo para presentar candidaturas únicas en cada uno de los censos habilitados. Como vicepresidente se ha nombrado a Manuel Alférez(Cooperativa La Unión), titular del censo de viticultores cooperativistas.
El Delegado de Agricultura ha agradecido la labor de los cargos salientes y ha deseado a los nuevos miembros del Pleno y al reelegido Presidente «lo mejor en su mandato ya que de ellos depende el futuro del sector vitivinícola de la provincia y los retos que se marcan para los próximos años”.
Francisco Acosta ha indicado que “de manera conjunta y con ánimo de consenso se podrá dar la vuelta a los problemas que existen actualmente en el sector”. Ha reconocido «el trabajo realizado por el sector a nivel de respeto por la zona, calidad y promoción a nivel mundial».
Sobre los problemas económicos del Consejo Regulador ha destacado que “el Consejo tiene entidad propia y capacidad para resolverlos» y por parte de la Junta, ha indicado que “colaboramos con la línea de ayudas a la promoción del vino y en la parte de control y calidad del vino, aunque siempre tendiendo la mano ante los problemas que surjan”.
De todas formas se ha referido a que «hay que defender el trabajo del Consejo para que sea el paraguas que cubre a los vinos que se producen en la provincia» y ante las voces discordantes «habría que buscar una solución entre todas las partes, consejo, administración y empresas».
Los vocales del Pleno del Consejo Regulador han renovado su confianza para que siga al frente de la presidencia Javier Martín que, aunque su idea era no continuar, ha vuelto a dar el paso adelante “hasta dejar que esté todo mucho mejor”.
Ha sido rotundo al indicar que “no me gusta hablar de las críticas sino de Montilla-Moriles» y ha insistido «en el buen momento que vive nuestra zona a la que acaban de premiar a la Ruta del Vino, se ha dado por segundo año consecutivo los 100 putos Parker a Pérez Barquero, se venden nuestros vinos en todo el mundo, se ha incrementado la producción del PX y se ha incrementando, en los últimos cuatro años, casi en un 50% el precio de la uva”, con todo esto considera que “se está en un momento óptimo”.
Sobre las voces críticas que han surgido de un grupo de bodegas y lagares que se han mostrado en contra la forma de operar del Consejo y que cuestionan la unida del sector, ha indicado que “soy una persona abierta que dialogo y ha recordado que su cargo es institucional por el que no solo no cobro sino que me cuesta el dinero, y lo hago por poner mi granito de arena, como persona con cierto protagonismo en la vida social, para ayudar a las más de 7000 familias que dependen de Montilla Moriles».
Por último, sobre la situación económica del Consejo ha indicado que «se afrontarán con una cuota extraordinaria junto a las ayudas de promoción que se recibirá de la junta». Un tema que considera «se ha resuelto por los miembros del Consejo».
El pleno consta de veinticuatro vocales, que se divide en dos mitades, doce para el sector de viticultores cooperativistas y no cooperativistas y otros doce para el sector comercializador.