Organizado por el Grupo Joven de la Hermandad del Cristo del Amor, en la tarde del sábado 15 de marzo, el Santuario de María Auxiliadora de Montilla fue testigo de un emotivo pregón juvenil, a cargo de Carlos Lizana Hidalgo. Con palabras sencillas pero llenas de sentimiento, el joven pregonero compartió su vivencia personal dentro de la Semana Santa montillana, destacando que su camino como cofrade no fue una herencia familiar, sino el resultado de las circunstancias de la vida, en las que no cree que haya casualidades.
Su pasión por el teatro lo llevó a contactar con el grupo de teatro de la Hermandad del Descendimiento, más tarde conocido como grupo Ohana. Fue este vínculo el que, sin esperarlo, lo condujo hasta la Semana Santa , convirtiendo cada Viernes Santo en un esperado reencuentro con Jesús Desclavado y María de la Encarnación. A esto suma cómo su gusto por la música le llevó a formar parte de Baita, en ambos grupos ha forjado grandes amigos que le han acompañado en la fe.
Otro de los colectivos que lo ha acercado a esta conmemoración es la Representación de La Pasión de la que forma parte y a la que ha animado a los jóvenes a reencontrarse.
Acompañado por su entrañable amiga y presentadora, Raquel Ramírez, nuestro pregonero emprendió un recorrido sencillo pero profundamente sentido por la Semana Santa de Montilla. Con gran emoción, compartió la ilusión de su primer año como hermano de luz de María de Nazaret, en la tarde del Domingo de Ramos, en el seno de la Hermandad Salesiana de la Juventud. Fue un momento particularmente conmovedor cuando, al interpretar la canción «Domingo de Ramos» junto al piano de Blanca Lucena, logró emocionar a todos los presentes, transmitiendo con su voz la esencia de esa primera estación de penitencia tan especial.
Con especial cariño habló sobre la Santa Cena, la hermandad de su barrio y de su infancia, de la que guarda gratos recuerdos.
En su mensaje final deseó que » vivamos nuestra Semana Santa desde el respeto, porque solo desde el respeto, podremos construir una comunidad fuerte y unida. Una comunidad que al igual, que en su momento me acogió a mí, siga acogiendo a tantos y tantos jóvenes necesitados de fe, jóvenes que necesitan encontrarse con el señor y seguir su palabra»
Por ello dijo «confío en una juventud consciente del mundo que nos rodea, de la libertad, de la igualdad, y de saber que el amor no entiende de género, ni de limitaciones. Creo firmemente que Jesús nos quiere como somos y nos abraza en nuestras diferencias.
El pregón de Carlos Lizana fue, en definitiva, una manifestación de la importancia de la vivencia personal de la Semana Santa, del poder de las conexiones humanas y de la necesidad de construir una comunidad inclusiva, en la que cada uno encuentre su lugar.
Homenaje a los Salesianos de Montilla
El Grupo Joven de la Hermandad Salesiana del Cristo del Amor rindió un emotivo homenaje al Colegio Salesiano con motivo de la celebración de su 125 aniversario. Durante el acto su presidenta, Aurora Ramírez, expresó el agradecimiento a la casa salesiana, destacando “el gran regalo que representa la presencia salesiana en Montilla, así como para todos aquellos que hemos formado parte de este colegio y esta casa”. Además, deseó que, tal como soñó Don Bosco, “sigamos siendo una familia unida por la educación y el servicio a los jóvenes”.
El Grupo Joven entregó a Agustín de la Cruz, director titular de la casa, un recuerdo como reconocimiento a estos 125 años. De la Cruz, mostró su satisfacción de «abrir las puertas de esta casa a los jóvenes cofrades de Montilla, destacando que el colegio ha sido un referente en la historia de la Semana Santa de Montilla, al haber dado lugar a tres hermandades».
Fotos: Chema G. Mármol y NuestraVoz
