El Letrado Mayor del Consejo de Estado, Alfredo Dagnino y Guerra, fue el encargado de sentenciar a muerte a Jesús, en un acto único en España que, desde hace 30 años, organiza la Centuria Romana Munda en Montilla.
En la Parroquia de Santiago, acompañado por el alcalde, Rafael Llamas, el presidente de la Centuria Romana, Rafael Ramírez, y el párroco de Santiago, Fernando Suárez, junto a numerosas autoridades, sentenciadores y personalidades del derecho y la judicatura de toda España, y ante la imagen del Ecce Homo de Juan de Mesa el Mozo, del siglo XVI, el letrado madrileño Alfredo Dagnino, dictó sentencia condenatoria contra Jesús de Nazaret “Me constituyo aquí Señor en tu sentenciador porque así lo impone la tradición de la Sentencia Romana, para volver a condenarte a morir en la cruz, y aunque ese poder no nos corresponde a los hombres, como no le correspondía al Sanedrín, ni a Poncio Pilato, y por ello no me corresponde a mi; te condeno señor porque tu muerte en la cruz y tu resurrección es la expresión de la historia de la salvación fundada en tu persona”.
“Señor mio creo firmemente que estas aquí, te pido perdón de mis pecados, y del más atroz de todos que es el que me dispongo a acometer al pronunciar tu condena”. Finalizó el fallo de la sentencia con la tercera petición del Padre Nuestro “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”, es decir que “no se haga nunca mi voluntad sino la tuya”.
El acto, organizado por la Centuria Roma Munda, tuvo una primera parte en el salón de San Juan de Dios donde Francisco Criado, jurista y coordinador de la Sentencia, indico que “este es el acto que más nos significa como romanos y el más trascendente ya que viene a dar sentido de una manera explícita y coherente con la historia al imprescindible protagonismo que los romanos tuvieron en la muerte de Cristo”.
Tras ser presentado por el sentenciador del pasado año, Jorge Rodríguez-Zapata, amigo y mentor del sentenciador, Alfredo Dagnino y Guerra, abrió su intervención con una frase de Miguel de Cervantes, “de gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben”, y lo hizo precisamente junto a un lugar cervantino como es el edificio del Ayuntamiento. Agradeció a la Centuria Romana, al Ayuntamiento de Montilla y a su presentador y amigo, por darle la posibilidad de realizar la XXX Sentencia Romana “lo que me lleva a vivir la responsabilidad trascendente y conmovedora de volver a pronunciar las palabras terribles con las que el Gobernador de Judea, Poncio Pilato sentenció a Jesucristo, “Irás a la Cruz”.
A partir de ahí analizó todo el proceso seguido para condenar a muerte a Jesus “soy consciente de que la sentencia romana nos apela a contemplar y a meditar la pasión y muerte de Jesús con una singularidad, hacerlo desde la perspectiva de la justicia de los hombres, y como sentenciador asumo esta premisa y a su fiel desempeño me aplico sabedor de que aún visto desde esta perspectiva, la pasión, muerte y resurrección a de contemplarse como lo que es, la expresión de la historia de la salvación fundada en la persona de Jesus, la culminación de la obra redentora a través de la realidad de la encarnación, dios encarnado en la historia”.
Entre otros argumentos analizados djo que “la pasión y muerte de Jesucristo fue resultado de un juicio que difícilmente admite ser calificado de proceso ,en el que formalmente confluyen dos tradiciones jurídicas, dos jurisdicciones, dos fueros, el hebreo y el romano, pero en el que subyace la arbitrariedad propia de los procesos políticos de la historia que son, como demuestra la propia historia, la negacion radical de la justicia.
Informa Nuestra Voz / Fotos: Ayuntamiento y Nuestra Voz