Una bonita iniciativa que “trata de acercar la cultura vitívinícola y agrícola a los más pequeños”, para que entiendan lo que hacen sus mayores en el campo y cómo se transforma la uva al llegar a la cooperativa”, según nos ha explicado Francisco Fernández, gerente de La Unión.
La actividad ha estado abierta a todos los niños y niñas que han querido participar y la buena acogida que ha tenido llevará a La Unión a continuar con esta iniciativa que “se ha realizado con mucho cuidado ya que el lagar está en plena vendimia y continuamente entran y salen viticultores para dejar su uva”.
La imagen ha sido preciosa, los niños han llegado con sus pequeños tractores, camiones, remolques o cestos cargados con racimos de uvas, lo que no disponían de uva se lo ha facilitado la cooperativa y han seguido el mismo proceso que cualquier viticultor
Han pesado la uva en la báscula, seguidamente se han acercado a las tolvas de recepción, han conocido como se mide el grado de la uva y se les ha realizado una visita al lagar con una breve explicación del proceso de elaboración. Seguidamente han catado el mosto obtenido y la Cooperativa les ha ofrecido un desayuno molinero.
Recordamos que el origen de esta actividad viene de la pasada campaña cuando se presentaron por sorpresa dos hermanos con sus padres y cada uno de ellos con un vehículo de juguete, un tractor de pequeñas dimensiones y llevaron a cabo todo el proceso, la idea gustó tanto que este año han decidido ofrecerla como actividad. Loli Montes, madre de los dos niños impulsores de la idea se ha mostrado muy satisfecha de “haber puesto un granito de arena para que los niños vean cual es la cultura de Montilla y la puedan conocer tengan o no contacto con la vid”.
Si los pequeños han disfrutado, los padres y abuelos casi más ya que han visto esas caras de asombro y de ilusión al participar en la vendimia.
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