Nos detenemos en este programa en un lugar destacado del casco histórico de Montilla como es la Plaza de la Rosa, un espacio urbano abierto que surgió a mitad del siglo XVI en el proceso de expansión de la ciudad que impulsó Catalina Fernández de Córdoba, aunque en este programa nos vamos a centrar en la transformación que tuvo a principios del siglo XX.
Con las investigadoras Inmaculada De Castro, archivera municipal, y María Dolores Ramírez, hemos trabajado en el Archivo Municipal de Montilla la documentación que nos habla de la gran reforma urbanística (1917-1930) llevada a cabo en la denominada Plaza de la Rosa, centro histórico de la ciudad.
La Tertulia de “La Historia en Nuestra Voz”:
La Historia en Nuestra voz con María Dolores Ramírez, Inmaculada de Castro y Carmina Leiva
Algunos documentos analizados y fotografías de la época:
Este documento nos habla de la desaparición en aquellos años de una fuente pública que existió en la plaza.Dibujo del Teatro Garnelo. Recogido en el libro “Centenario del Teatro Garnelo (1917-2017)”. Conferencia de José Rey “El salón Garnelo y otros teatros de Montilla”. Editado por el Ayuntamiento de Montilla p. 123.Los documentos nos hablan del deterioro que sufría el espacio que daba a la corredera. En esta misma época el ayuntamiento obligó a los propietarios a derribar la casa que estaba en ruinas y construir una nueva. Es entonces cuando se edificó la denominada Casa de los Azulejos.Este otro documento nos habla de la desaparición de una caseta de bebidas que desapareció también en estos años.En los años 1920 el matrimonio Ramírez Pino edificó su vivienda sobre dos viejas casas que le fueron donadas por sus padres.Hasta esta reforma de las primeras décadas de 1920, la plaza de la Rosa servía de zona de abastos. Tras la reforma que analizamos se construyó una “moderna” Plaza de Abastos que existió hasta finales del siglo XX en el espacio que ocupa la plaza de abastos de la actualidad.Este desarrollo de la ciudad está íntimamente unido al del sector vitivinícola de la época. En la década de 1920 Francisco Alvear mandó construir un nuevo lagar, con almacenes y bodega, sobre el solar que ocupó las Tercias de los Duques de Medinaceli; un edificio del siglo XVI que González Byass compró a los duques y después vendió a F. Alvear, conde de la CortinaLos viejos balcones que quedaron de época anterior, y que denotaban una antigüedad de siglos, desaparecerían en la década de 1970.Imagen de mediados del siglo XX
