La Fuente Nueva o la de Rodas en las proximidades de La Rambla, presentan niveles muy por encima de lo permitido en nitratos para agua de consumo humano, por lo que el agua está contaminada y se desaconseja por completo su ingesta.

Desde Ecologistas en Acción, se ha instado a las administraciones competentes a que, una vez que hayan realizado mediciones con un laboratorio certificado, adviertan a la población de que el consumo de agua de estas fuentes es perjudicial para la salud.

En las fuentes públicas de Montilla reza la siguiente inscripción: “Agua no controlada sanitariamente”. No es solo que el agua no está controlada, tratada y potabilizada, sino que, en la mayor parte de las fuentes, el agua está contaminada por tener unos niveles muy superiores de lo establecido por la OMS como seguro para nitratos.

Según informan en una nota, Ecologistas en Acción Montilla realizó durante el pasado mes de junio  mediciones de nitratos en el agua de las fuentes naturales del término municipal. Este trabajo de campo se realizó con un sencillo medidor de nitratos al alcance de la ciudadanía y si bien, los resultados no tienen toda la precisión de un laboratorio acreditado, son útiles para advertir a la población de la contaminación de las aguas e instar a la Administración para que tome medidas.

La popular Fuente Nueva y la Fuente de Rodas en la proximidad de La Rambla duplican el valor fijado por la OMS de nitratos, establecido en 50 miligramos por litro, para agua de consumo humano salubre y limpia. Es más, la Fuente de Zapateros, de San Francisco y la Poza de Tintín y de la Alcubilla triplican el valor seguro establecido. Asimismo, la Fuente de Descansavacas y de la Flauta superan de forma significativa dichos valores fijados por la OMS y la legislación nacional.

Desde Ecologistas en Acción, se ha instado a las administraciones competentes a que, una vez que hayan realizado mediciones con laboratorio certificado y, evidenciado los hechos que aquí se detallan, adviertan a la población de que el consumo de agua de estas fuentes es perjudicial para la salud por el elevado nivel de nitratos y, en consecuencia, tomen medidas adecuadas para la remedición de la contaminación. De este modo, potenciar y promover la agricultura ecológica desde cualquier Administración es un pilar básico para la eliminación paulatina de la contaminación de los acuíferos.

La expansión de una agricultura más sostenible con la limitación de los fertilizantes químicos y su sustitución por otros de tipo orgánico, evitaría la lixiviación de los abonos, en gran parte, a capas más profundas del suelo y su penetración en los acuíferos. Además, la contaminación del agua de los acuíferos es preocupante en un contexto marcado por la sequía, donde en caso de haber restricciones de agua potable en el municipio, los vecinos saldrían a las fuentes públicas a abastecerse de agua, como ha sucedido en otros periodos prolongados de falta de lluvias.

Los nitratos en el agua tienen su origen en los abonos químicos nitrogenados que se usan en la agricultura. De esta forma, cuando suceden episodios de precipitación sobre los fertilizantes, una vez que han sido aplicados sobre los cultivos, estos son rápidamente lixiviados a niveles más profundos del suelo y acceden a los acuíferos contaminándolos.

Así, la contaminación de los acuíferos por nitratos es un riesgo para la salud especialmente para los niños y niñas, pudiendo ocasionar metahemoglobinemia, una forma de hemoglobina que no puede transportar oxígeno, de manera que no llega suficiente oxígeno a los tejidos. Los síntomas de la metahemoglobinemia incluyen dolor de cabeza, mareo, cansancio, falta de aliento, náuseas, vómitos, latidos cardíacos rápidos, pérdida de coordinación muscular y piel de color azul”.

La Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de prevenir el efecto tóxico a corto plazo de los nitratos, estableció como nivel máximo permitido en agua para consumo humano un valor de 50 miligramos de nitratos por litro. El valor marcado por la OMS es superado por el agua de gran parte de las fuentes públicas de Montilla y, por tanto, el agua de estas está contaminada y se desaconseja por completo su ingesta. Esta agua, aunque es sabido que no es tratada sanitariamente y, en consecuencia, no es potable, popularmente es consumida por la población por tradición, por fama o sabor.

Información: Ecologistas en Acción Montilla